La misofonía es una forma grave y particular de disminución de la tolerancia al sonido y molestias en los oídos o dolor de oídos, asociada con la exposición al sonido. El término “Misofonia” apareció por primera vez en 2001, en un artículo científico de los neurocientíficos Margaret M. Jastreboff y Pawel J. Jastreboff. En este trabajo distinguieron la misofonía de la fonofobia, un conocido trastorno sonoro de origen psicológico. A diferencia de la fonofobia, la misofonía parece ser un trastorno a nivel neurológico. Por el momento, las investigaciones y estudios sobre Misofonía han alcanzado objetivos no finales pero sí importantes. En 2017, un estudio experimental realizado por el Instituto de Neurociencia de la Universidad de Newcastle y dirigido por Sukhbinder Kumar (miembro del personal del presente proyecto), reveló una diferencia física en el lóbulo frontal entre los hemisferios cerebrales de personas con Misofonia, con una mayor mielinización en la materia gris de la corteza prefrontal ventromedial. La misofonía hace que los niños, adultos y ancianos que la padecen se comporten de una manera que les impide entrar en entornos más ruidosos y trabajar e interactuar socialmente.

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